El subsidio de Harengus estaría vigente al menos por tres meses

HAY DESCONTENTO ENTRE LOS TRABAJADORES PORQUE NO TODOS SERÍAN LOS BENEFICIARIOS


Ayer, la Provincia se comprometió a mantener los subsidios correspondientes a los trabajadores de la empresa Harengus, al menos por tres meses, plazo estimado en el cual se llevaría a cabo la tan esperada quiebra de la empresa. Uno de los mayores inconvenientes que surgieron fue que no todos los empleados serían beneficiarios del monto, lo cual generó rispidez. 
Horas de tensión se vivieron en la sede del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimentaria (STIA), ayer cuando más de un centenar de trabajadores de Harengus se reunieron para hablar con Roberto Victoria, asesor de la Subsecretaría de Coordinación Pesquera. Entre otras cosas, los obreros reclamaron la reaparición del subsidio, aunque en principio buscaron pujar para que no sea de 1500 pesos por quincena. Por el contrario, desean que el subsidio sea de 3 mil pesos cada mes. 
A las 17 comenzaron a llegar los trabajadores de la empresa pesquera Harengus, quienes en sus rostros reflejan la paciencia a punto de colmar. Si bien el reclamo no es nuevo, las cosas no parecieran mejorar tras el paso del tiempo. Ayer, el murmullo se esparcía como reguero de pólvora entre los muchachos y muchachas que esperaban que largue la reunión. 
Una pregunta se replicó en varias bocas, en diferentes momentos: “¿Y Stecconi?”. El Capitán no se apersonó, sino que mandó a un delegado que otrora jugaba de local en STIA. Roberto Victoria, Asesor de la Subsecretaría de Coordinación Pesquera tuvo la difícil situación de contener a los trabajadores que están cansados de falsas promesas. 
Por ello, en el gran salón del sindicato, la mayoría de las mujeres optaron por sentarse y aguardar lo que la Provincia tenía para decir. Aunque, los hombres, prefirieron estar de pie.
Finalmente, los malos augurios se despejaron y Victoria trasladó que la decisión final del Gobierno será pagar los subsidios. “El compromiso de la Secretaría de Pesca es seguir subsidiando por tres meses, hasta que se revierta la situación con la empresa. Se está tratando de hacer la gestión tal como eran los subsidios anteriores, lo que pasa es que los fondos de la provincia no están pasando por el mejor momento. Aparte, dentro de la Provincia hay varios gremios con altos niveles de desocupación y se está tratando de dar una ayuda a todos”, destacó Daniel Mesa, Secretario Pro gremial del STIA.  
Recordemos que, meses atrás, el estado provincial dio síntomas de desfinanciamiento y se disculpó al informar que no había dinero para afrontar el gasto generado. Además, en un primer momento, se pagó cada 15 días, pero el retraso comenzó a hacerse costumbre hasta tal punto que hubo defasajes entre algunos grupos. 
Cabe destacar que si bien Harengus está paralizada desde hace un año, el pedido de quiebra pareciera que tomará forma recién ahora. No obstante, es imprescindible remarcar que justo cuando los abogados de la firma solicitaron la quiebra, el juez Luis Mures se tomó licencia días antes que comenzara la feria judicial. 
Entonces, en principio se volvería al mecanismo de otorgar 1500 pesos por quincena a los empleados.

Para algunos

Es importante remarcar que cuando los subsidios desaparecieron algunos trabajadores cedieron su correspondiente dinero en aras de beneficiar al compañero que se encontraba pasando una situación más delicada. Quienes resignaron momentáneamente su subsidio lo hicieron porque habían conseguido empleo, o porque no estaban tan mal económicamente. Por eso, aunque en total 220 personas brindaban actividades en la empresa, alrededor de 150 se encuentran inscriptas para recibir la ayuda del Estado. 
Por supuesto, esto generó divisiones y encontronazos entre los trabajadores. Por un lado, algunos afirman que son unos pocos los que siempre están en las reuniones reclamando lo que creen correspondientes. Contrariamente, otros afirman que el subsidio debe ser para todos por más que las posiciones sean dispares. 
No obstante, esta situación podría culminar en estos días, cuando una nueva reunión despeje las dudas. 
Lo ideal, evidentemente, sería que las personas que tienen trabajo no pretendan cobrar los 1500 pesos quincenales, y así brindarle esa oportunidad a alguien que realmente lo necesite.

Indemnización 

Aunque, la mayoría ve que la situación es complicada a la hora de conseguir un nuevo empleo, puesto que un trabajador no puede aspirar a un trabajo formal salvo que renuncie a Harengus, lo cual instantáneamente le significa que no podrá hacerse de indemnización alguna.
Así, los empleados se ven obligados a trabajar en negro y otros sólo viven “de changas”. 
En consecuencia, los trabajadores esperan que esta situación se resuelva pronto y así aspirar a un labor digno que les retribuya el esfuerzo emanado.


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